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Lección en formato Word aquí: 2020-3T Leccion 4 El poder de la oración Interceder por otros
3T-Lección 4: Para el 25 de
julio de 2020
Texto clave: Sant. 5:16
I. ¡MOTIVA!: Actividades iníciales.
Pregunta para
dialogar: ¿Por qué crees que Dios obra más poderosamente cuando oramos que cuando
descuidamos la oración?
Ilustración: “Forma parte del plan de Dios concedernos, en respuesta a la oración
hecha con fe, lo que no nos daría si no se lo pidiésemos así” (CS 580).
Resumen: Veremos en la lección que,
vivimos en medio de una lucha espiritual, entre Dios y Satanás, y Dios nos
invita a orar por los demás, cuando lo hacemos, Él nos dará su ayuda, en todo
momento.
II. ¡EXPLORA!:
1. ¡Guerra espiritual!
A)
Conflicto
cósmico
1.
Desde que Satanás se revelo (Apocalipsis 12:7 al 9), y luego que Adán y
Eva desobedecieran, en el mundo se desarrolla una batalla, sin igual, una
batalla invisible, por un lado Satanás que trata de tomar la mente humana para
su servicio, por otro Dios, que quiere darnos la salvación.
2.
Vivimos en un campo de guerra, si nuestros ojos fueran abiertos veríamos ángeles
buenos protegiendo a las personas y a su vez ángeles malos buscando tentar a
los hombres; “Porque no tenemos lucha
contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra
los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de
maldad en las regiones celestes.” (Efesios 6:12).
3.
Esta lucha no se puede vencer con armas convencionales, pero si con
oración, cuando oramos y pedimos ayuda a Dios, El nos da de su poder para
vencer al mal.
4.
Dos nunca nos obligara a seguirle, nos invita, y cuando aceptamos su
invitación, nos envía el poder del Espíritu Santo y los ángeles, (Juan 16:7, 8)
(Heb. 1:14) así también podemos ayudar mediante la oración, por otros que no le
conocen, y ellos mismos pueden vencer la batalla espiritual de la vida y
acceder a la salvación.
B)
Poderes
invisibles en acción
1.
En el capítulo 10 de Daniel se nos muestra un ejemplo de esta lucha
espiritual, Daniel, preocupado por el cumplimiento de la profecía de Jeremías,
del retorno de su pueblo a Jerusalén, ayuna y ora por tres semanas,
2.
El ángel Gabriel, más adelante le dice a Daniel, que desde que empezó a
orar, fue escuchado y enviado a ayudarle, pero se le opuso el príncipe de
Persia, que es un tipo de Satanás (mas adelante también representado por el príncipe
de Grecia) luego le dice Gabriel que vino en su ayuda Miguel (Que es Jesús): “Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde
el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la
presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus
palabras yo he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me
opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de
los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de
Persia.” (Dan. 10:12,13)
3.
Esto nos muestra la lucha espiritual que se desarrolla en cada ser
humano, pero como señala el Texto, desde que empezamos a orar, es enviada ayuda
del cielo.
2. La oración intercesora
A) Jesús
1. La vida de Jesús fue una vida de oración, El oro:
a) En el momento de su bautismo, (Lucas 3:21).
b) Cuando inició su ministerio mesiánico, (Lucas 5:16 y 9:18).
c) Oró por el poder divino para cumplir el propósito del Cielo.
2. En la noche después de sanar a muchas personas, se retiraba a orar, y
pasaba la noche en oración.
3. La oración tiene esa característica, combina la debilidad humana, con el
poder de Dios, cuando nuestros recursos y nuestras fuerzas decaen, ahí está el
Señor para manifestarse.
4. Cuando oramos por los demás, también pedimos la ayuda del cielo por
ellos, aquí en el caso de Pedro Jesús, le dijo que había orado para que Pedro,
no cayera en tentación, “Dijo también el
Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a
trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez
vuelto, confirma a tus hermanos.” (Lucas 22:31,32); Satanás sabía que Pedro
sería un predicador y no quería, entonces buscaba formas de detenerle.
5. La anterior semana decíamos que debemos ver a todos, como Jesús los ve,
como grandes posibilidades, así, entonces, Satanás tratara de desalentar a
todos aquellos que testificamos, entonces, debemos orar mucho por ellos.
B) Pablo
1. Pablo es un ejemplo para nosotros de oración intercesora por las personas,
y como oro por las iglesias, oró para que Dios les diera sabiduría y
discernimiento espiritual, para que iluminara sus mentes con la verdad divina y
les diera la esperanza de la vida eterna. También oró para que experimentaran
la poderosa obra del poder de Dios en sus vidas (Efesios 1:15 al 21).
2. Podemos ver también que en el contenido de sus oraciones, había promesas
y reflexiones (Filipenses 1:3 al 11).
3. Oración ferviente y con fe
C) Samuel: Nuestra oración, debe ser ferviente y con fe, así por como la
oración de Samuel por su pueblo, que fue de manera ferviente: “Lejos sea de mí que peque yo contra Jehová cesando
de rogar por vosotros” (1 Sam. 12:23).
D) Juan: Juan nos indica que en la oración debemos creer: “Y esta es la confianza que tenemos en él,
que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y
si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que
tenemos las peticiones que le hayamos hecho.” (1 Juan 5:14,15).
III. ¡APLICA!:
¿Estas
orando por tus familiares, amigos y vecinos?
IV. ¡CREA!:
Con la clase: Invita a la clase que, haga una
lista de 5 personas, para orar por ellas esta semana, pidiendo que el Espíritu
Santo les ayude y de fuerzas.
V. RESUMEN
Vivimos en medio de
una lucha espiritual, entre Dios y Satanás, y Dios nos invita a orar por nuestros
hermanos, cuando lo hacemos, Él nos dará su ayuda, en todo momento… “Entre el pueblo de Dios debería haber, en
este tiempo, frecuentes períodos de oración sincera y ferviente. La mente
debería estar continuamente en actitud de oración. En la casa y en la iglesia,
ofrézcanse fervientes oraciones en favor de los que se han dado a sí mismos a
la predicación de la Palabra. Oren los creyentes como lo hacían los discípulos
después de la ascensión de Cristo...” (En lugares celestiales, 88). Que Dios te bendiga.
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INSTITUTO DE INVESTIGACION BIBLICA DE LA IASD
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