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2T-Lección
9: Para el 27 de mayo de 2017
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Texto clave: 2 Ped. 1:5-7
I. ¡MOTIVA!: Actividades
iníciales.
Pregunta para dialogar: ¿Por qué Pedro hace un llamado a esforzarnos
por hacer firme vuestra vocación y elección?
Ilustración: “Imiten a su Redentor en estas cosas.
No se salgan de quicio cuando las cosas salen mal. No se sulfuren ni pierdan el dominio propio
porque piensan que las cosas no son como debieran ser. El que otros obren mal no los excusa a
ustedes para hacer lo mismo. El fruto de
dos errores no es una cosa correcta.
Tienen victorias que ganar para vencer como Cristo venció.” (Cada día con Dios, 267)
Resumen: Veremos en la lección que Dios
obra en nosotros y nos transforma a una vida nueva, y que debemos proseguir
como Pedro hasta el final.
II. ¡EXPLORA!:
1. SI DIOS NO EDIFICA… (UNA FE PRECIOSA; AMOR, EL OBJETIVO DE LA VIRTUD CRISTIANA)
A) Una lista de virtudes
1. Pedro da una lista de las virtudes que debe tener cada cristiano (1Ped.
1:5-7)
2. Cada virtud se construye sobre la anterior, teniendo como fin último el
del amor:
a) Fe: Una fe salvífica en Jesús (ver Gál.
3:11; Heb. 10:38).
b) Virtud: La debe llevar a una vida transformada,
una vida en la que se expresa virtud.
c) Conocimiento: Conocimiento que viene a través de una
relación salvífica con Jesucristo.
d) Dominio propio: Capaces de controlar sus impulsos.
e) Paciencia: “Perseverancia” (BLA) o “constancia”
(NVI), frente a tribulaciones y persecución.
f) Piedad: Resulta de una fe en el único Dios
verdadero (1 Tim. 2:2).
g) Afecto fraternal: Amables los unos
con los otros.
h) Amor: Pedro lleva su lista a un clímax con el
amor. Suena parecido a Pablo, también: “Y ahora permanecen la fe, la esperanza
y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor” (1 Cor. 13:13).
B) Dios es quien obra el querer como el hacer
1. Dios es quien nos da la fe: “Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado,
por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente
preciosa que la nuestra:” (2Ped. 1:1)
2. Porque Dios es quien obra en nosotros el querer como el hacer (Efe. 2:8)
3. Por su poder alcanzamos la Santidad, esto por el conocimiento de Dios; “Como todas las cosas que pertenecen a la
vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el
conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, ” (2Pe 1:3)
4. De tal forma que llegamos a ser participantes de la naturaleza divina: “por medio de las cuales nos ha dado preciosas
y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la
naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa
de la concupiscencia;” (2Pe 1:4)
2. SEGUIR HASTA EL FINAL (SER QUIEN
UNO ES; DEJAR EL TABERNÁCULO: FE FRENTE A LA MUERTE)
A) Proseguir
en la carrera
1.
Si hemos llegado a ser
participantes de la naturaleza divina debemos vivir conforme a ella: “Por lo cual,
hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo
estas cosas, no caeréis jamás.” (2Pe 1:10)
2.
Permanecer en comunión
con Jesús nos llevara a dar muchos frutos: “Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar
ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo” (2Pe 1:8)
3.
“Oímos hablar mucho acerca de la fe, pero
necesitamos oír mucho más acerca de las obras. Muchos están engañando a sus
propias almas al vivir una religión cómoda, complaciente, sin cruz” (FO 50).
B) Proseguir
hasta la muerte misma
1. Pedro tenía claro que debía mantener una vida en comunión
con el Señor y amonestar a sus hermanos (2Ped. 1:12): “Pedro estaba preparado para cumplir con su responsabilidad espiritual
continuando con la enseñanza de las verdades presentadas en los vers. 3-11. Se daba
cuenta de la necesidad de mantener una fe firme en las verdades del reino y la
práctica fiel de los deberes que implica” (7CBA, 619)
2. Pedro habla de su partida, refiriéndose
probablemente a su muerte inminente (2Ped. 1:15): “Quizá Pedro se esté refiriendo a la violencia de su muerte próxima, o
sólo a su inminencia. El Señor le había
anunciado que moriría de muerte violenta (Juan 21: 18-19); además, ya no era
joven, y podría estar suponiendo que su fin se aproximaba, lo que realmente era
así.” (7CBA, 620)
3. Pedro refiriéndose a su muerte habla de abandonar el
cuerpo, (2Ped. 1:13,14) lo que debe entenderse no en el sentido de que haya
vida después de la muerte, sino a la muerte misma, entendida esta, de acuerdo
con la Biblia, a la cesación de toda actividad, física o mental, pues los
muertos nada saben (Ecle. 9:5): “Literalmente
"tienda" (BJ, BC, NC), o "tabernáculo" (RVA), lo que da la
idea de una residencia transitoria.
Pedro piensa de su cuerpo mortal, material, como algo temporal que
finalmente será sustituido por algo inmortal (1 Cor. 15: 50-53; cf. com. 2 Cor.
5: 1). Pero mientras viviera su plan era
ser un fiel pastor de la grey que el Señor le había encargado” (7CBA, 620)
III. ¡APLICA!:
¿Cómo te sientes al saber que Dios es el que obra en tu vida, y hace
posible compartir la naturaleza divina?
IV. ¡CREA!:
Con la clase: Invita a los miembros a que en esta semana
puedan estar en comunión con Dios.
V. RESUMEN
“El Señor jamás murmuró; jamás manifestó descontento, disgusto o
resentimiento. Nunca se descorazonó, se
desanimó, se enojó o se enfureció. Era
paciente, tranquilo y lleno de dominio propio en medio de las circunstancias
más enojosas y difíciles. Realizaba
todas sus obras con una tranquila dignidad y con suavidad, no importa qué conmoción
se pudiera estar produciendo a su alrededor.
El aplauso no lo entusiasmaba. No
temía las amenazas de sus enemigos. Se
movía en un mundo de excitación, violencia y crimen, tal como el sol se mueve
entre las nubes. Estaba por encima de
las pasiones humanas, los disturbios y las pruebas. Avanzaba como el sol por encima de todo
ello. Pero no era indiferente a los
males de la humanidad. Su corazón se
conmovía por los sufrimientos y las necesidades de sus hermanos como si él
mismo fuera el afligido. Poseía una
gozosa calma interior, una serena paz.
Su voluntad siempre estaba subordinada a la de su Padre. "No se haga mi voluntad, sino la
tuya", fueron las palabras que surgieron de su labios pálidos y
temblorosos (Carta 512, del 11 de septiembre de 1874, dirigida a Edson y Emma
White).” (Cada día con Dios, 267) Que Dios te bendiga.
iibva.blogspot.com;
7mo-dia.blogspot.com
INSTITUTO DE INVESTIGACION BIBLICA DE LA IASD
adventistbiblicalresearch.org/es
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