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Leccion 11 El Santuario del nuevo pacto
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2T-Lección 11: Para el 12 de
Junio de 2021 |
Texto clave: Heb. 9:15
I. ¡MOTIVA!: Actividades iníciales.
Pregunta para
dialogar: ¿Qué tiene el Santuario en sí que brinda los medios por los que el Señor
puede aceptar a la humanidad caída y pecadora, y por qué eso es tan importante
para el proceso de formación de un pacto?
Ilustración: “Todo el que me confiese por compartir mi sacrificio por los perdidos,
será confesado como participante en la gloria y el gozo de los redimidos” (DTG
323, 324).
Resumen: Veremos en la lección que, Jesús
es nuestro sacrificio, sacerdote y mediador del nuevo pacto.
II. ¡EXPLORA!:
1.
Relaciones
A)
Dios prometió a su pueblo acompañarle en todo momento y lugar, es por eso
que ordeno a Moisés y su pueblo que construyeran un Santuario, donde él se
manifestaría y habitaría en medio de ellos: “Y
harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos.” (Exo. 25:8)
B)
En el Santuario terrenal, el israelita traía un cordero por su pecado que
era sacrificado, en vez de él, la sangre del cordero era introducida en el lugar
Santo, y asperjada en el velo que estaba delante del lugar Santísimo, todo esto
era una figura del sacrificio de Jesús, a través de su muerte
2.
Jesús
nuestro sustituto
A)
Dios envió a Jesús para que muriese en reemplazo del ser humano que había
pecado (Romanos 8:3; 1 Timoteo 1:17, y 6:16; y 1 Corintios 15:53), Jesús tomo
la decisión de hacerlo por amor: “y
diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea
desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y
que sea muerto, y resucite al tercer día.” (Lucas 9:22).
B)
En los servicios del Santuario terrenal, el israelita traía un cordero
para ser sacrificado por el pecado que el cometió.
C) Ese sacrificio
representado por los corderitos que traían los israelitas es Jesús (Juan 1:29;
y Apocalipsis 5:12, y 13:8), Isaías 53:3 al 12 también así lo describe:
1.
Jesús sufrió por otros, (4,5,6,8,11,12)
2.
Da paz, curación y justificación a aquellos por los que
sufrió (5,11)
3.
Fue la voluntad de Dios que Jesús sufriera y fuera quebrantado
(10)
4.
Jesús es justo sin maldad o engaño (9,11)
5.
Fue una ofrenda por la culpa, un sacrificio expiatorio
por el pecado (10)
D) Lucas
22:37, señala: “Porque os digo que es
necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y fue contado con los inicuos; porque lo que está escrito de mí, tiene cumplimiento”. Esto significa que,
como Isaías 53 lo describe, Cristo fue castigado como un pecador, porque llevo
sobre si nuestros pecados.
E) Entonces Jesús es la ofrenda a ser sacrificada, pero como
en los requisitos para el sacrificio del israelita (Exo. 12: 5; Apoc. 3:1; 4:3), Jesús también debería de cumplir algunos:
1. Fue hecho poco menor que los Ángeles: He 2:9 Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús,
coronado de gloria y de honra, a
causa del padecimiento de la muerte,
para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.
2. Sin pecado: (He 4:15)
Porque no tenemos un sumo
sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según
nuestra semejanza, pero sin pecado.
3. Sacrificado por nosotros: (He 9:28) así
también Cristo fue ofrecido una sola
vez para llevar los pecados de muchos;
4. Para llegar a ser autor de la salvación: (Heb 2:10) Porque
convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la
gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos.
5. Siendo su muerte necesaria: (Heb 2:14) Así
que, por cuanto los hijos participaron
de carne y sangre, él también participó
de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la
muerte, esto es, al diablo,
F) Heb. 10: 14
dice que la sangre de toros no salva, y que fue necesario que alguien muriese,
esa persona fue Cristo quien tuvo que ser sacrificado por nosotros: “porque la sangre de los toros y de los
machos cabríos no puede quitar los
pecados.”
3.
Jesús
nuestro mediador
A) En las figuras y servicios en el Santuario terrenal, el Sumo Sacerdote era
quien intercedía por el pueblo, delante de Dios.
B) Cristo es nuestro Sumo Sacerdote: “La
cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del
velo, donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de
Melquisedec.” (Heb. 6:19,20);
A)
Podemos describir las cualidades de Jesús como Sumo
Sacerdote:
1.
Misericordioso y fiel (Heb. 2:17).
2.
Con nosotros. (Heb. 2:18; 5:2,7).
3.
Sobre nosotros (Heb. 3: 6)
4.
Según nuestra semejanza (Heb. 4:15)
5.
Por nosotros (Heb. 9:24)
C) Podemos acercarnos confiadamente al trono de Dios, tenemos acceso al
Santuario Celestial por los méritos de Cristo y su justicia: “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la
sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a
través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la
casa de Dios, acerquémonos con corazón
sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia,
y lavados los cuerpos con agua pura.” (Heb. 10:19–22),
A) Hebreos 10:22, nos enseña que debe existir dentro de nosotros las
siguientes actitudes para acercarnos al Santuario Celestial:
1. Ir con un corazón sincero
2. Ir en plena certidumbre de fe
3. Ir con corazones purificados
4. Ir con nuestros cuerpos lavados en agua pura
B) Nuestra actitud debe ser de sincero arrepentimiento y añadir a esto la fe,
no ir con un doble animo (Santiago 4: 7, 8).
C)
La clase de confianza que nosotros debemos
tener debe ser de plena certidumbre, (Heb 3: 6, 14; 4: 16; 6: 11; 11: 1).
D)
Esta fe, esta plena certidumbre la
obtendremos a través de la fe misma (Efe 3:12) y a través de un fiel servicio
(1 Tim. 3:13).
III. ¡APLICA!:
¿Agradeciste
al Señor por su ministerio mediador en el Santuario celestial?
IV. ¡CREA!:
Con la clase: Invita a la clase, a
V. RESUMEN
“En
ninguno de los tipos el adorador individual llegaba a estar más cerca del
servicio del Santuario como en la
ofrenda por el pecado. No hay parte de la adoración religiosa que lleva al
adorador a un contacto más estrecho con Dios que cuando se arrodilla a los pies
del Salvador, confiesa sus pecados, sabiendo la fuerza de la promesa [aquí cita
1 Juan 1:9] [...] Entonces es cuando el pecador arrepentido toca el borde del
manto del Maestro, y recibe su poder sanador en el alma”. (Stephen N. Haskell, The Cross and its Shadow, p. 123) Que Dios te
bendiga.
iibva.blogspot.com; 7mo-dia.blogspot.com
INSTITUTO DE INVESTIGACION BIBLICA DE LA IASD
adventistbiblicalresearch.org/es
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