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4T-Lección 3: Para el 17 de octubre de
2020
Texto clave: Deut. 6:5
I. ¡MOTIVA!: Actividades iníciales.
Pregunta para
dialogar: ¿Cómo entiendes lo que significa amar y temer a Dios al mismo tiempo?
Ilustración: “Semejante al primer mandamiento, es el segundo: ‘Amarás a tu prójimo
como a ti mismo’ (Mat. 22:39). La Ley de amor requiere la dedicación del
cuerpo, la mente y el alma al servicio de Dios y de nuestros semejantes. Y este
servicio, al par que nos constituye en bendición para los demás, nos
proporciona a nosotros la más grande bendición. La abnegación es la base de
todo verdadero desarrollo. Por medio del servicio abnegado, toda facultad
nuestra adquiere su desarrollo máximo. Llegamos a participar cada vez más
plenamente de la naturaleza divina. Somos preparados para el cielo, porque lo
recibimos en nuestro corazón” (Ed 16).
Resumen: Veremos en la lección que, La Ley
nos conduce a Cristo, quien nos salva y transforma nuestra vida, operándose así,
el proceso de educación, que es un aprendizaje dirigido, que tiene como
objetivo dirigir nuestra mente al Señor.
II. ¡EXPLORA!:
1. La ley como educadora
A) La educación
1. Veamos algunos conceptos importantes:
a) “Podría considerarse
que la educación es un aprendizaje dirigido, en contraste con el
aprendizaje no dirigido o accidental” (Filosofía de la educación, George Knight, 26)
b) Respecto del aprendizaje: “proceso que produce la capacidad de exhibir un comportamiento
humano nuevo o cambiado, siempre que la nueva conducta o cambio de
conducta no pueda explicarse sobre la base de algún otro proceso o experiencia”
(Filosofía de la educación, George Knight, 26)
c) “A fin de comprender
qué abarca la obra de la educación, necesitamos considerar tanto la
naturaleza del ser humano como el propósito de Dios al crearlo.” (Ed. 14)
d) “Puesto que Dios es la
fuente de todo conocimiento verdadero, el principal objetivo de la
educación es, según hemos visto, dirigir nuestra mente a la revelación que él
hace de sí mismo.” (Ed. 16)
2. Teniendo presente estos conceptos podemos decir que
el aprendizaje es un cambio de conducta. La educación es guiar ese cambio hacia
un rumbo definido, así entendido, ese rumbo, ese “camino” es mostrado por la
ley.
3. Además si el objetivo de la educación es dirigir
nuestra mente a Dios, es decir conocer su voluntad, comparándolo con un “camino”,
un rumbo, entonces la educación es la transformación que obra Dios en nosotros.
B) La Ley y
la obediencia a Dios
1. La ley, es entonces, quien dirige nuestro camino
dentro del proceso de educación, es como un tutor, y nos muestra a Cristo, ya
que la ley no salva, es Cristo quien lo hace: “ya que por las obras de la ley ningún ser humano será
justificado delante de él; porque por medio de la ley es el
conocimiento del pecado. Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la
justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia
de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en
él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de
la gloria de Dios,” (Rom. 3:20-23)
2. Al mostrarnos a Dios, nosotros llegamos a conocerle
y a ser obedientes a sus mandatos, el temor de Dios, es entonces honrarle, y le
honramos o glorificamos, cuando somos obedientes: “Harás congregar al pueblo, varones y mujeres y niños, y tus
extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y
teman a Jehová vuestro Dios, y cuiden de cumplir todas las palabras de
esta ley; y los hijos de ellos que no supieron, oigan, y aprendan a temer
a Jehová vuestro Dios todos los días que viviereis sobre la tierra
adonde vais, pasando el Jordán, para tomar posesión de ella.” (Deut.
31:12,13)
C) La recompensa
a la obediencia
1. Hoy, el éxito se atribuye a la innovación, a la creatividad,
a la autosuficiencia, pero no a la obediencia.
2. La obediencia de acuerdo con la Biblia, trae su
recompensa: “No nos cansemos, pues, de
hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.” (Gal. 6:9) “Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y
fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu
señor.” (Mat. 25:21)
2. Jesús nuestro modelo
A) Un modelo para nosotros es Jesús, quien fue obediente
a los mandatos de su Padre.
B) Nosotros también podemos ser obedientes: “El que dice que permanece en él, debe andar
como él anduvo” (1 Juan 2:6)
III. ¡APLICA!:
¿Estas siendo obediente a los mandatos del Señor?
IV. ¡CREA!:
Con la clase: Invita a la clase que, en esta semana, puedan
compartir, mediante un mensaje o una visita, una conversación, los Diez
Mandamientos, con un familiar o amigo.
V. RESUMEN
La Ley
nos conduce a Cristo, quien nos salva y transforma nuestra vida, operándose
así, el proceso de educación, que es un aprendizaje dirigido, que tiene como
objetivo dirigir nuestra mente al Señor… “A fin de comprender
qué abarca la obra de la educación, necesitamos considerar tanto la naturaleza
del ser humano como el propósito de Dios al crearlo.” (Ed. 14) Que Dios te bendiga.
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INSTITUTO DE INVESTIGACION BIBLICA DE LA IASD
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