2014-4T.L7 Dominar la lengua

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Lección 7: Para el 15 de noviembre de 2014

                                       Dominar la lengua

Texto clave: Mar. 12:37

               

I. ¡MOTIVA!:         Actividades iníciales.

Pregunta para dialogar: ¿Qué puedes hacer para apagar fuegos por así decirlo, que tu lengua pudo haber encendido o difundido?

Ilustración: Lleva fotografías de un gran barco, un caballo y una fotografía, si pudieras de un incendio (puedes conseguirlos en internet), y mientras compartes la lección utiliza esas fotografías.

Resumen: Veremos en la lección qué, Santiago tiene algo importante que decir respecto a nuestras palabras.

II. ¡EXPLORA!:   

1.     RESPONSABILIDAD (Santiago 3:1)

¿Cómo entendemos estos versículos?

1.     Los maestros y líderes dentro de la Iglesia, dice Santiago, tienen mayor responsabilidad, tanto en sus actos como en sus palabras.

2.     A mayor conocimiento, mayor responsabilidad, Jesús dijo: “porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.” (Luc 12:48) 

3.     Pablo aconsejo a Timoteo:

a)     Tener cuidado con los pastores sin experiencia y poco sabios, pues “aprenden pero nunca llegan al conocimiento de la verdad” (2Tim. 3:7)

b)     Estos líderes son una influencia negativa para la iglesia.

2.     EL PODER DE LA PALABRA (Santiago 3: 2)

A)    ¿Qué relación existe en fallar, según Santiago y las palabras?

1.     Santiago menciona que fallamos cuando no hablamos correctamente, la relación que señala Santiago es que, quien refrena lo que dice y no habla algo malo este no fallara, por consiguiente será perfecto, Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto (3:2)

2.     Es decir nuestras palabras hacen que nosotros erremos o no.

B)    Tipos de palabras positivas:

Deut. 6:6,7	Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
Sal. 40:3	Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová.
Pro 10:20	Plata escogida es la lengua del justo; Mas el corazón de los impíos es como nada. Los labios del justo apacientan a muchos, Mas los necios mueren por falta de entendimiento.
Mal 2:6, 7	La ley de verdad estuvo en su boca, e iniquidad no fue hallada en sus labios; en paz y en justicia anduvo conmigo, y a muchos hizo apartar de la iniquidad. Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley; porque mensajero es de Jehová de los ejércitos.

Existe un principio en los textos que acabamos de leer:

1ro. (Si)	2do. (Entonces)	3ro. (Resultado)
Si llenamos nuestra mente con las palabras de Dios y las repetimos nosotros y las compartimos.	Nuestras palabras serán como plata escogida	Como resultado apacentaran a muchos, a muchos harán apartar de iniquidad, temerán, Y confiarán en Jehová.
Si llenamos nuestra mente con malos pensamientos	Nuestras palabras serán vacías y como nada	Harán morir a los demás por la falta de entendimiento

3.     LAS COSAS PEQUEÑAS SON LAS GRANDES, DEBEMOS CONTROLAR EL DAÑO PARA BENDECIR O MALDECIR (Santiago 3: 3-12) (Comentario Bíblico Adventista T7 pp. 542- 544)

A)    EL FRENO DE UN CABALLO:

1.     El caballo es quizá el más indómito de los animales domesticados, pero sólo se necesita un pequeño aparejo en la boca para dominar todas sus acciones.

2.     Así como un caballo indómito pone en peligro la vida de su jinete, también una lengua descontrolada arriesga toda la experiencia cristiana.  La obediencia y el control son deseables para los hombres como lo son para los animales domesticados.

B)    EL TIMON DE UNA EMBARCACION:

1.     El caballo (vers. 3) tiene su propia e indómita voluntad y el barco es azotado por fuertes vientos; pero ambas fuerzas pueden ser dominadas por algo relativamente pequeño.

2.     Pablo viajó a Malta en un navío grande, pues llevaba 276 personas, lo que incluía tripulación y pasajeros (Hech. 27:37).  Pero cualquier barco es muy grande si se compara con el timón que lo gobierna. El énfasis se pone en la pequeñez del indispensable timón.

C)    UN PEQUEÑO FUEGO:

1.     Santiago establece un paralelo entre la relativa pequeñez del freno y del timón, y el pequeño tamaño de la lengua.  Destaca el potencial de este órgano, ya sea para bien o para mal.

2.     Un bosque puede ser muy extenso, pero eso no impide que sea destruido por una llama muy pequeña.  Los asuntos más importantes de un individuo o de toda la iglesia, pueden peligrar por causa de las fuerzas que desate una sola lengua criticona

3.     Todo lo que se pueda decir del poder destructor de una pequeñísima llama también se puede aplicar al poder potencial de la lengua.

4.     Los miembros de la iglesia no sólo deben evitar las palabras que destruyen, sino también abstenerse de avivar las chispas destructoras que se dispersan de las palabras ajenas.

D)    DEBEMOS DOMARLO:

1.     Ningún hombre puede por sus propias fuerzas domar la lengua, solo con la comunión con Dios podremos hacerlo.

2.     Si no lo hacemos será como un veneno mortal: Es decir, que influye sobre la felicidad y la paz de la sociedad, así como el veneno actúa sobre el cuerpo humano.  La confianza, la paz y la amistad se pierden inevitablemente debido a palabras precipitadas o imprudentes.

E)    BENDECIR O MALDECIR:

1.     De ninguna fuente puede brotar agua dulce o agua salada, así también, el corazón es una fuente inagotable de un tipo de agua sea dulce o amarga.

2.     Solo si acudimos a la fuente divina, también de nuestro corazón y por nuestras palabras brotaran aguas de vida y no de muerte.

III. ¡APLICA!:

¿Qué puedes hacer para apagar los fuegos que tu lengua encendió?

IV. ¡CREA!:

Con la clase: Invita a los miembros de la clase a que se propongan en esta semana solamente tener pensamientos buenos a estudiar la Biblia y tener cuidado en lo que dirán cuando estén hablando en la familia, en la universidad, en el colegio, en la iglesia etc.

V. RESUMEN

El lenguaje tiene poder para sanar o para destruir; por eso, debemos elegir nuestras palabras sabiamente.

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