2019-2T.L1 Los ritmos de la vida

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2T-Lección 1: Para el 6 de abril de 2019

LOS RITMOS DE LA VIDA

Texto clave: Ecle. 3:1

             

I. ¡MOTIVA!:           Actividades iníciales.

Pregunta para dialogar: Lee Filipenses 1:6 y Romanos 8:1. ¿Qué dos grandes promesas se encuentran en esos textos, y cómo encajan en la experiencia de un cristiano?

Ilustración: “Como hijos de Dios tenemos el privilegio de que el Espíritu actúe en nosotros. Cuando el yo es crucificado, el Espíritu toma al quebrantado de corazón y lo transforma en una vasija honrosa. Queda en sus manos como la arcilla en poder del alfarero. Jesucristo quiere dotar a estos hombres y mujeres con un poder moral, mental y físico superior. Las gracias del Espíritu son las que dan solidez al carácter, y, si ejercen una influencia para el bien, es gracias a Cristo que habita en el creyente.” (Recibiréis Poder, 44)

Resumen: Veremos en la lección que Dios creo todas las cosas y a nosotros, en perfección y orden, en un ritmo incesante, dentro de ese ritmo constante de la vida, Dios quiere producir un cambio en nuestras vidas que nos conduzca a la salvación y una vez operado esto, podamos, ser instrumentos suyos, para que El pueda cambiar a otras mas.

II. ¡EXPLORA!:            

1.      UN DIOS DE ORDEN (EN EL PRINCIPIO, LOS RITMOS DE LA VIDA)

A)     El mundo:

1.      En el principio: Todas las cosas creadas por Dios, fueron hechas en un perfecto orden y con un ritmo establecido, nada perturbaba la vida en el jardín del Edén, Génesis 1, así lo describe. “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.” (Gen. 1:31)

2.      Después del pecado: Aun cuando el pecado trajo consigo caos, muerte y maldad al mundo, aun así, aunque afectada, el orden de la creación se mantuvo. “Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.” (Gen 8:22)

3.      En el cielo: Después de que seamos salvados, allá en el cielo, el orden y ritmo establecido aquí, también se conservara. “Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová.” (Isa. 66:23)

B)     El ser humano:

1.      Nuestro cuerpo: Como obra de la creación, nuestro cuerpo fue también diseñado, en orden y perfección, cada célula cumple una función determinada, dentro de un ritmo determinado.

2.      Nuestras etapas: Así, las etapas de nuestra vida, manifiestan también, ese ritmo y orden determinados:

a)     Nacimiento (Eclesiastés 3:2)

b)     Niñez (Génesis 21:8; Jueces 13:24)

c)      Juventud (Salmo 71:5; Proverbios 5:18)

d)     Vejez (Génesis 15:15; Jueces 8:32)

e)     Muerte (Salmo 90:10)

2.      LOS CAMBIOS (LO INESPERADO, TRANSICIONES, LAS INTERACCIONES)

A)     Cambios inesperados:

1.      Mientras transcurrimos aquellas etapas en nuestra vida, a veces ocurren eventos inesperados que producen cambios inesperados, y estos pueden traer consecuencias en nuestra vida.

2.      Podemos observar estos cambios inesperados en las vidas de:

a)     Job: Job tenía una vida por demás tranquila, con muchos bienes materiales y una hermosa familia, no se le habría pasado por sus pensamientos, el perderlo repentinamente todo, pero eso fue lo que le sucedió. “y un gran viento vino del lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron; y solamente escapé yo para darte la noticia.” (Job 1:19)

b)     Abel: Abel, y el entorno de la primigenia familia, nunca imaginaron que su propio hermano llegaría a quitarle la vida.

c)      José: José jamás imagino que habría de cambiar su tranquila vida pastoril, dentro del cobijo de un padre amante, a vivir como esclavo en una nación desconocida.

B)     Cambios para salvación:

1.      Junto con los cambios inesperados, están los cambios buenos, cambios para bien, Dios quiere producir ese cambio en nuestra vida, transformarnos para que seamos salvos, este deseo del Señor, de cambiar nuestra vida, es la esencia de su maravilloso plan de salvación.

2.      Nuestras vidas tienen hábitos que se han hecho costumbre en nosotros, tenemos un ritmo de vida determinada y por nuestra propia voluntad difícilmente deseamos que haya cambios, menos, aquellos que quiere realizar el Señor.

3.      Pero hasta la persona más empecinada en alejarse de Dios puede ser transformada, puede ser cambiada, si deja que el Señor le ayude, así, podemos ver el ejemplo de Saulo, (Hechos 8:1, 3; 9:1-22) quien después de  caer ante el Señor y entender su mal proceder, fue transformado en uno de los mayores instrumentos del Señor. (Gálatas 1:15-17)

4.      El cambio puede lograrse, el apóstol Pablo, por su propia experiencia ahora para nosotros, añade: “Estoy seguro de que Dios, que comenzó a hacer su buena obra en ustedes, la irá llevando a buen fin hasta el día en que Jesucristo regrese.” (Fil 1:6)

C)     Cambios que producen cambios:

1.      Lo maravilloso es que, una vez que el Señor produce un cambio en nuestra vida, somos utilizados como instrumentos suyos, para que El también pueda cambiar a otras personas.

2.      Todos somos personas que interactuamos, todos nos relacionamos, desde que nacemos hasta que morimos, mientras el Señor obre en nosotros, podemos ser una influencia de vida en quienes nos rodean y a través del poder del Espíritu Santo, esas personas, también pueden cambiar. (Romanos 15:7; Efesios 4:2, 32; 1 Tesalonicenses 3:12; Santiago 5:16.)

III. ¡APLICA!:

¿Has dejado que el Señor transforme tu vida, le has invitado a tu corazón?

IV. ¡CREA!:

Con la clase: Invita a la clase que en la semana, ayuden a los compañeros en el trabajo en alguna actividad, siendo una influencia positiva, con la ayuda del Señor.

V. RESUMEN

Pero hasta la persona más empecinada en alejarse de Dios puede ser transformada, puede ser cambiada, si deja que el Señor le ayude, así, podemos ver el ejemplo de Saulo, (Hechos 8:1, 3; 9:1-22) quien después de  caer ante el Señor y entender su mal proceder, fue transformado en uno de los mayores instrumentos del Señor. (Gálatas 1:15-17) El cambio puede lograrse, el apóstol Pablo, por su propia experiencia ahora para nosotros, añade: “Estoy seguro de que Dios, que comenzó a hacer su buena obra en ustedes, la irá llevando a buen fin hasta el día en que Jesucristo regrese.” (Fil 1:6) Que Dios te bendiga.

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