2019-3T.L8 Uno de estos mis hermanos más pequeños

3T-Lección 8: Para el 24 de agosto de 2019

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3T-Lección 8: Para el 24 de agosto de 2019

 UNO DE ESTOS MIS HERMANOS MÁS PEQUEÑOS

Texto clave: Mat. 25:40

             

I. ¡MOTIVA!:           Actividades iníciales.

Pregunta para dialogar: ¿En qué medida tu iglesia funciona como sal y luz en tu comunidad?

Ilustración: “Bienaventurados también los que con Jesús lloran llenos de compasión por las tristezas del mundo y se afligen por los pecados que se cometen en él y, al llorar, no piensan en sí mismos. Jesús fue Varón de dolores, y su corazón sufrió una angustia indecible. Su espíritu fue desgarrado y abrumado por las transgresiones de los hombres. Trabajó con celo consumidor para aliviar las necesidades y los pesares de la humanidad, y se le agobió el corazón al ver que las multitudes se negaban a venir a él para obtener la vida. Todos los que siguen a Cristo, y compartirán también la gloria que será revelada. Estuvieron unidos con él en su obra, apuraron con él la copa del dolor, y participan también de su regocijo” (Discurso Maestro de Jesucristo)

Resumen: Veremos en la lección que Jesús nos enseñó a amar a nuestro prójimo a nuestros amigos como a nuestros enemigos y atender sus necesidades.

II. ¡EXPLORA!:            

1.      CIUDADANOS DEL NUEVO REINO

A)     EL SERMON DEL MONTE

1.      Las bienaventuranzas (Mateo 5:2 al 16) describen como debían de ser los ciudadanos del nuevo reino que Dios establecía en el mundo, deberían de ser mansos, humildes, puros de corazón, que predican la palabra, pero además aquellos que lloran, por las injusticias que ven a su alrededor.

2.      Deben ser aquellos que sufren, por los sufrimientos de los demás, que comparten el dolor de la humanidad así como Jesús lo siente. “Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación” (Mat. 5:4)

3.      Este tipo de ciudadanos de este nuevo gobierno, sienten el dolor de las personas, pero no solo la sienten, actúan; cuando Jesús, toma los ejemplos de la sal y la luz, nos invita a que nuestro cristianismo sea, además de sensible al dolor, activo, un cristianismo que actué, que vaya y atienda las necesidades de las personas. “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”  (Mat. 5:16)

B)     VENCER CON EL BIEN CON EL MAL

1.      La bienaventuranza “Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.” (Mat. 5:5) es explicada y profundizada en Mateo 5: 38 - 48, donde Jesús explica que ser manso es no tener en el corazón un deseo de venganza por un mal hecho hacia nosotros por otra persona. “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos” (Mat. 5:44, 45).

2.      Jesús indicaba aquí, que una conducta practica de sus seguidores, es no guardar rencor cuando nos hacen mal, ya que, como hoy, Jesús se dirigió a multitudes que vivian oprimidas por el imperio Romano, y por los líderes judíos.

3.      La enseñanza practica de Jesús es que debemos vencer el mal haciendo el bien Pablo añade “Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.” (Romanos 12:20 y 21)

4.      La bondad y la atención de las necesidades no solo debe ser hecha a aquellos que son nuestros amigos, sino también a aquellos que en algún momento nos hicieron daño, así, cumplimos el mandato de Jesús, y ganamos un alma para el reino de los cielos.

5.      Jesús utiliza un caso práctico para esta enseñanza, el caso del buen samaritano, el amor por nuestro prójimos debe extenderse más allá de nuestros prejuicios y preferencias en cuanto a personas, todos necesitan de nuestra ayuda y necesitan que se les atienda sus necesidades.

2.      PUESTOS LOS OJOS EN LA VIDA VENIDERA

A)     Cuando nos enfocamos en el retorno del Señor y en la vida que nos espera, muchas de las cosas del mundo, no tendrán importancia, es cierto que mientras, o entre tanto el Señor no venga, debemos realizar las actividades de las cuales somos responsables, familia, trabajo, estudios, pero nuestra principal actividad será la de predicar.

B)     Ya que el reino de los cielos esta pronto a venir, debemos prepararnos, estar en comunión con el Señor; Jesús enseño del peligro de la dejadez, en la historia de las vírgenes prudentes e insensatas (Mat. 25:1-13), Jesús enseño también la inutilidad de ir tras las riquezas, en la historia del rico y Lázaro (ver Luc. 16:19-31)

C)     Jesús enseño que nuestros ojos deben mirar ya el reino venidero, y que mientras estemos en la tierra debemos ocuparnos en atender las necesidades de las personas, porque eso será una de las razones por las cuales seremos admitidos en el reino o excluidos de él, a los salvados finalmente dirá… “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.” (Mat 25:34-36)

III. ¡APLICA!:

¿Está siendo como la sal o la luz en medio de quienes te rodean?

IV. ¡CREA!:

Con la clase: Invita a la clase que por esta semana puedan visitar a un hermano haya dejado la iglesia por algún desencuentro que tuvo dentro de la iglesia.

V. RESUMEN

Jesús nos enseñó que nuestros ojos, deben mirar ya, el reino venidero, y que mientras estemos aun aquí en la tierra, debemos ocuparnos en atender las necesidades de nuestro prójimo, de aquel que nos aprecia, como del que no, pues esa será el motivo, por el cual seremos admitidos en el reino o excluidos de él, a los salvados finalmente dirá… “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.” (Mat 25:34-36) Que Dios te bendiga.

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